Una palabra rota.

Regreso el tiempo a viejos momentos en mi vida
a recoger las últimas migajas q dejaste,
a ponerle aceite a las ventanas viejas
y a cerrar puertas q quedaron abiertas.

Y a tí,

sordo del corazón

y ciego del alma,

te dejo una palabra

rota de olvido:

-A t r é v e t e-

(Atrévete a decir las palabras correctas

y deténme de una vez por todas)

Carta sin destino.

Hoy desperté queriendo quererte, deseando q fuera otro de esos días cuando te tenía a mi lado para demostrarte una y otra vez lo importante q para mí eras.

Si tan solo fuera otro de esos momentos donde no importa lo q hicieramos, o a donde fueramos...no la pasaríamos increible simplemente por el hecho de estar juntos y encontraríamos la manera de hacer especial nuestro día...

Aunq la realidad es que ni tú ni yo estamos aquí, q nos perdimos en algún punto del camino, q nos dejamos, q nos rehusamos, q nos prohibimos ser felices uno con el otro por razones q de lógicas tenían poco.

Pero la verdad es q, cuando te fuiste, y a pesar de mí, descubrí un tipo de fortaleza q no pensé q experimentaría. Empecé a amar de distintas formas, viví noches de luna en las q no me pude haber divertido más, exploré nuevos caminos, soñé diferentes lunas, volé en distintos cielos y hoy me atrevo a decir q aprendí a ser feliz...sin tí.

Y aunque ya no te extraño dia y noche,

ni tengo unos labios q lloran tu ausencia,

hay momentos como éstos en q me pregunto

q sería de mí, si aún estuvieras a mi lado.

De esperanzas y estrategias.

"Mi esperanza es
q algún día no muy lejano
te des cuenta de lo q eres para mi
y de lo mucho q te necesito a mi lado." (Karluchis4..la churra + churra del mundo :D)

"Mi estrategia es
q un día cualquiera
con cualquier pretexto
por fin me necesites." (Kamila Ramos..la Karpe Diem colombiana )

Memorandum.

A veces; a causa,
o como consecuencia,
después de enamorarse,

cabe la posibilidad de q ...

uno termine desenamorándose
con la misma pasión
con q hizo justamente lo contrario.

I always do.

Hoy me desperté pensando si todavía pensarías en mí...

Yo sí. !

Mentí.

Mentí en todas y cada una de mis respuestas.

Y si te lo digo, es pq tu lo supiste desde siempre; tenías esa forma sútil de saber lo q estaba pensando, de imaginar mis pies desnudos buscándote bajo las sábanas, y de adivinar, siempre atinando, los sonidos de mi mirada.

Fuiste el único Alejandro, al q le permití ver adentro, afuera, de cabeza, de lado y de espaldas los misterios, secretos y verdades en mí.

Dejo mis cuatro años guardados en el cajón azul, pq la verdad es q no soporto la idea de volar con alas rotas durante la noche sin tí...la única persona capaz de hacerme vivir o matarme.

Me preguntaron por qué me iba...
y mentí en todas y cada una de mis respuestas.

Calla.

Cierra la boca y el alma para mí; escribe entonces el punto final del cuento y permíteme entender que soy, vivo y siento... sin tí.

Calla.

Aunq no sea juntos...

Aún cuando hubieses olvidado nuestros
besos furtivos, caricias secretas, sueños comunes,
escapes silenciosos, palabras amorosas,
contraseñas especiales, despedidas únicas...

... me hubiera quedado contigo,

hasta recuperar los hilos viejos

y encontrar nuevos,

para tejer juntos cuentos de sueños.

Pero si has dejado de creer en mi,
haciendo a un lado mis disculpas
para crear el puente perfecto
entre nuestras diferencias,

sólo puedo entonces dejarte,

con mis manos llorosas,

éste pedazo de corazón

para que lo guardes hoy

y me olvides para siempre.

(Seamos felices los dos...aunq ya no sea juntos.)

Estacionarse.

Estacionarme es todo un reto:

algo muy parecido a enamorarme.

Ella había bebido un par de copas de vino blanco antes de subir al auto q la llevaría al destino final: ese difícil y confuso momento con el q soñaba frecuentemente desde hace ya días atrás y q la hacía dar vueltas en la cama hasta despertar sudando frío a las tres cincuenta y dos de la mañana.

Soy capaz de aprender extensos textos de memoria, de hacer cálculos difíciles aunque fuera necesario leer libros enteros para resolverlos, de resolver acertijos aunque me tome días descifrando en la regadera su solución y de disfrutar los pequeños sonidos y olores que pocas personas detectan, pero siempre he tenido un pésimo sentido de orientación.

Detuvo la mirada en el semáforo en amarillo y, como siempre, se preparaba para acelerar en el momento en q apareciera el color verde. Al ritmo de reggeton, la bocina parecía gritar q era hora de soltar el freno del auto.

La entrada a los estacionamientos a los q se ve obligada a entrar siempre son una diagonal. Eso es lo único q le reduce el riesgo al impacto de adentrarse en una dimensión tan conocida q le es desconocida. Después, todos esos cajones negros con las líneas amarillas q brincan sobre el piso cuando se encuentran vacíos .

Esperar a que salga un auto del cajón para poder estacionarme me causa estrés. Saber q en muchas ocasiones hay alguna estupida q quiere entrar, aún en sentido contrario, me da rabia. Me incomoda esa mirada inconciente q sale de mí para marcar mi territorio como animal.

Un cajón vacio la llamó y ella, dudando de su intención, manejó el auto al lugar q le gritaba. Apagó el cigarro q la ayudaba en la travesía, revisó q las ventanas estuvieran cerradas, tomó su bolsa y bajó a enfrentar ese monstruo de dudas y preguntas q necesitaba aniquilar.

Siempre q regreso al estacionamiento para irme a casa, recuerdo q –valga la redundancia- no recordé dónde había dejado el auto. Entonces viene la molestia de pararme ahí, en medio de todo y de nada, buscando el color naranja dificil de pasar desapercibido, dándome golpes imaginarios en la cabeza por siempre actuar sin pensar en las consecuencias.

Perdida a su regreso y molesta con ella misma por ese mal, q parece tener desde pequeña, de ser tan observadora y exigente con los pequeños detalles, pero olvidadiza con los grandes, caminó por los distintos pasillos del estacionamiento hasta encontrar su auto.

Estacionarme es como enamorarme: meto las patas sin saber q puedo acabar perdida en un remolino de preguntas, de dolores de cabeza, de sentir sin pensar, de pensar en sentir...de sentir pensando.

Una sensación de alivio le recorrió todo el cuerpo al ver q el auto seguía en su espera y q su espacio personal no había sido quebrantado por ningun idiota.

Subió al auto y encendió el estéreo una vez más pero, a diferencia del ritmo q la había llevado hasta ahí, un bajo sonido de violines le dieron una palmada en la espalda y le indicaron q era momento de regresar a la cotidianeidad, con el aire entrando por la ventana cuando el acelerador era presionado y el freno tomaba su tiempo para dormir.

Después de todo así es el amor: te permiten entrar, tomas un lugar, creas espacios, disfrutas tiempos, vives en mundos paralelos q muy poco tienen de realidad, caminas en pisos ajenos a ti y, eventualmente, con el pánico apretándote la garganta y las lágrimas q no saben lo que ha de venir…

te llega el tiempo de abandonar el lugar

q por horas o años, en realidad da igual,

fué el que debía ser tu refugio temporal.

(Yo sé muy bien q ésto no será fácil -al menos para mí-, pero también sé q fué lo mejor q pudimos hacer...q los dos debemos aprender a ser felices y vivir, aunq eso signifique seguir cada quien por su lado. Me duele pq yo en verdad sí lo amaba bien y pq, aunq no lo quiera, él siempre tendrá un lugar super especial en mi corazon, y para mí siempre será...mi primer amor...)

Lloré.

Le lloré a nuestros besos, a nuestros abrazos, a las risas q habíamos compartido, a los sueños q me regalaste y a las ilusiones q te presté. Le lloré a las más de ocho mil deliciosas maneras en las q nos hacíamos el amor, a esa forma tan única de mirarme q tenías, le lloré a las 977 sonrisas q tenía sólo para tí, a las caricias que perfeccioné para q fueran de tu gusto, a unas manos que me acariciaban con una pericia mortal, a esos ojitos q maybe no volveré a ver, ni a besar, a los pedazos de voz que se me escaparon con tu compañía. Le lloré a todas esas largas platicas q teníamos, y a como se detenia el tiempo cuando estaba contigo. A todas las ocasiones en las q me inventaba salidas extrañas para poder verte, a todas esas veces q super contenta iba a Mexico para poder estar contigo, y a todas las veces q sentimos mariposas antes de vernos debido a los nervios. Le lloré a todas las ocasiones en las q me hacias sentir mil especial y a la capacidad q tenías para decime "TE AMO" solo con un beso. Le lloré al amor q nos unió y a las tonterías q ahora nos separan, a la manera en q nos entendíamos en silencio y a nuestra forma de sentirnos cerca aún teniendote lejos. Le lloré a tu ironía, a tu orgullo...a nuestra desidia. Le lloré a la distancia q nos separa y a la certeza de q no es ni la primera ni la última vez q te pierdo por momentos. Le lloré a nuestros recuerdos y a nuestras futuras soledades...pero nunca te lloré a tí.

Llovía.

Hoy vi llover, y tú no estabas.

...La lluvia sin tí me sabe a llanto.

Me voy.

Hoy me voy de tu vida...

Y me voy pq me doy cuenta de q en realidad tú y yo no tenemos nada, pq hoy he podido abrir los ojos y me he dado cuenta de q a mi lado tu no eres feliz, como yo lo soy contigo y q el cariño q tu me dices tener, no es más q vil y falso.

Me voy pq sé q tú no me ves como yo te veo a tí y desgraciadamente las cosas nunca serán así...pq para tí, mi vida no es más q una aventura, y no eres capaz de tomarme en serio y darte cuenta de q me lastimas con tus mentiras y tus juegos... pero por desgracia, para mí, tú sí lo eras todo y si algo te puedo asegurar, es q mi vida la soñé contigo.

Por eso hoy me voy de tu vida...

Y la verdad me duele mucho y lo siento, pq yo sí te quería...

antes.

Interrogante.

Disculpe usted mi sonrisa irónica, pero mi humor negro me impide encontrar la última respuesta del acertijo:

¿En qué momento todo se convirtió

en un perfecto y absoluto absurdo?

(Pero a pesar de como hayan terminado las cosas,

no me arrepiento de un sólo segundo contigo)

Memorandum.

No existen cuentos

con finales tristes.

Sólo existen finales inesperados.

(Sólo diganle a él, q sepa de mí, q yo perdono...pero no olvido)

Memorandum.

Es increíble ver que
todo se va para abajo...

... y saber que a veces basta

un chocolate caliente y

la compañía de un buen amigo

para guardar la calma.

(¿y se atreven a decir que soy complicada?)

Llama.

Tengo decenas de razones para arriesgarme.

Sólo dame la correcta para quedarme contigo.

Llámame.

Alejandro.

Unos labios te dejo
al pie de la cama
q t digan cada noche
lo q siempre supiste
pero ya no t podre decir...

Q pasa contigo

A veces lo siento tan distante, como si nunca nos hubieramos visto, como si no nos conocieramos, como si yo fuera viento y el no necesitara respirar.

A veces lo siento tan lejos que diez pasos fueran una eternidad, como si no estuviera, como si no existiera, como si yo hubiera desaparecido.

Me da miedo perder...No sé que hacer...No sé como tenerlo...No sé si algun día volverá a estar conmigo.