Te fuiste.
Una lágrima recorriendo mi mejilla, aquella sensación de asfíxia y soledad en la cuál me encuentraba, una sonrisa un tanto hipócrita para no decepcionarte y un adiós marcaban el final de nuestro amorío nunca iniciado. Una sensación de intenso dolor inundaban mi cabeza de ideas para volver a la felicidad, en mi mente, entre la oscuridad, estabas tú, irradiando alegría en mí. Una gota de tu alegría sirve para alegrar todo mi ser, tu luz aclara las sombras existentes en mi alma... Pero te alejas, y la felicidad que me has dado se vuelve cada vez mas débil, la sensación de soledad me acompaña de nuevo y tu lejos, pero el pensar que estás feliz me da un poco de vida... dicen que la esperanza muere al último, pero en un mundo de soledad y tristeza, la esperanza no existe... yo muero lento, y tu ya te fuiste....

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