No más.
Depresión, una palabra grande, cosa que no cualquiera puede manejar. Yo me siento incapaz de controlara. Me consume cada día más, tengo ganas de gritar, de gritar hasta que ya no pueda hacerlo, hasta q mis pulmones se vacíen por completo, hasta q mis cuerdas bucales no puedan pronunciar una sola palabra más, mas callo, callo por idiota, callo por miedo a ser escuchada por aquellas bestias q esperan mis señales de temor para atacar, miedo de explicar y no ser entendida, miedo de la soledad q me ataca. Es el depredador al que más le temo.
Soledad, otra palabra que me agobia, me aterra pensar que estoy sola, me aterra pensar que no tengo a nadie. Mis sueños no parecen tan descabellados, aquellos sueños donde la obscuridad gobierna no parecen tan descabellados viendolo de forma abstracta.
Me recupero de un estado en el que mi corazonsito no controló los sentimientos, esos momentos en los cuales el raciocinio se vió interrumpido por una fuerza incontrolable llamada sentimentalismo. Sigo sin sentir fuerzas para levantarme, la soledad cada vez es más grande, el miedo se convierte en terror, el terror es incontrolable y yo, yo ya no puedo más...
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